Messi saca al Barça de la UVI

El Barça, Messi mediante, regresó a la vida cuando su situación clínica parecía irreversible tras una primera parte impresentable que el conjunto blaugrana arregló en un segundo tiempo en el que acabó imponiéndose por 3-0 al Elche gracias al acelerón del argentino.

Koeman habló en la previa lanzando un desafío a las ‘vacas sagradas’ del vestuario para que pusieran remedio a la semana de hemorragia que vivió el Barça desde que fue vapuleado por el París Saint-Germain. Para acompañar a los más veteranos en este supuesto ejercicio de penitencia, el técnico dio entrada en el equipo a Umtiti, Mingueza, Pjanic y Trincāo. A excepción de éste último, la respuesta inicial de los once titulares blaugrana a su entrenador fue de pitorreo. Lograron lo que parecía imposible: jugar peor que ante el Cádiz. De salida, ni un atisbo de la reacción que se esperaba por parte de un equipo herido.

La puesta en escena del Barça fue deprimente. El equipo de Koeman dio la imagen de ser un moribundo enterrado que trata de escaparse de la tumba escarbando hacia abajo.

La primera parte del Barcelona fue desesperante en actitud, en planteamiento, en orden y en confianza en la victoria. Un desastre en toda regla que ante la dimisión general trataba de salvar únicamente Trincāo, que topó en dos ocasiones ante Badia, de nuevo estupendo.

Lo que era el Barça se podía resumir en acciones aisladas como la ausencia de Messi en los metros finales, la lentitud de Pjanic, las quejas de Mingueza por un pisotón en la mano o el despiste que exhibía Braithwaite, que daba la impresión de no saber para que había salido al campo. Todo eso, que tan mala pinta tenía, se corrigió luego.

Ante este páramo blaugrana, el Elche se fue sintiendo cada vez más cómodo en el Camp Nou. Empezó tímido el equipo de Escribá a pesar de que Lucas Boyé desperdició una clarísima ocasión de gol a los cuatro minutos. Se lo empezaron a creer de verdad hacia el tramo final del primer tiempo, cuando se asentaron en la mitad del campo barcelonista y la defensa culé empezó a temblar.

Buscando poner remedio al desastre, Koeman le puso la cruz (otra vez) a Pjanic en el descanso y sacó a Dembélé, con el que todo es posible.

Pero el que apareció fue Messi, que se despertó de la siesta de la primera parte para encarar a la defensa rival, apoyarse en Braithwaite, quien le devolvió la pared de tacón, para que el argentino batiera a Badia. El Barça parecía que regresaba del más allá.

Con el marcador de cara, le faltaba al Barça demostrar que sabía dominar un partido y no caer en el mismo error que ante el Cádiz. De entrada, tras el tanto, el Elche tuvo de inmediato una ocasión de Lucas Boyé, que desnudó de nuevo la tensión con la que vive el equipo blaugrana los partidos.

Pero el Barça consiguió salvar ese instante de duda habitual tras marcar y aprovechó para controlar el partido en busca del tanto que le permitiera, ni que fuera por una vez, llegar con cierta tranquilidad a los instantes finales del partido.

En cinco minutos el Barça liquidó el partido y logró su objetivo. Primero fue Messi al culminar una impresionante galopada de De Jong rompiendo líneas de la defensa rival hasta ceder el balón al argentino que superó al portero rival en un uno contra uno y marcando su gol 17 en lo que va de temporada. A continuación, una nueva asistencia de Braithwaite descolgando un balón que Jordi Alba remató en posición de ariete archivó definitivamente un partido que empezó depresión y que acabó con Messi rescatando al Barça de la amenaza de ruina.

La Real sueña con un imposible

«Es imposible… dijo el orgullo. Es arriesgado… dijo la experiencia. No tiene sentido… dijo la razón. Inténtalo… susurró el corazón». Esta célebre frase puede resumir perfectamente el estado de ánimo con el que afronta la Real Sociedad el partido de vuelta de estos dieciseisavos de final de la Europa League contra el Manchester United . Después del 0-4 del partido de ida (en Turín aunque fueran locales los donostiarras), todo está perdido. O eso es lo que dicen la razón. El corazón, que es la base de todos los aficionados al deporte, deja todavía un pequeño resquicio para la esperanza. Especialmente, para los más optimistas. Por muy pequeño que sea, uno siempre sueña con que su equipo protagonice una de esas hazañas que luego son recordadas con el paso de los años. Eso es lo que buscará la Real en Old Trafford, alcanzar lo que parece imposible. Y no parece que haya mejor escenario para soñar despierto que el mítico ‘teatro de los sueños’.

No obstante, no se dejen engañar mucho por el corazón, y en este caso hagan más caso a la cabeza. Después de lo visto en el partido de la semana, esta Real todavía está lejos de este United, especialmente en el apartado físico. El potencial de los ‘Diablos rojos’ fue tan descomunal que casi ridiculizó a los donostiarras. Así que el objetivo debe ser, quizá, menos ambicioso que el de pensar en remontar la eliminatoria. El reto primero es competir con este Manchester en su casa, con lo que ello conlleva. Porque salvo algunos minutos aislados, en Turín no fue capaz. Imanol y sus chicos se han marcado la idea de lavar su imagen, demostrar a todo el mundo futbolístico que no están tan lejos del equipo inglés. Si logra dar ese primer paso, puede que en algún momento del partido se le presente la oportunidad de volverse a meter en la eliminatoria. Y si lo aprovecha, entonces habrá opciones. Suena a broma, pero habrá que ir con ese pensamiento, porque el corazón atiende a razones que la razón no puede comprender.

El mensaje que se le lanza desde el vestuario es que de reojo se está mirando a la visita a Valdebebas del lunes que viene. Con el ‘pescao vendido’ en Manchester, o así lo refleja el marcador antes de empezar el partido de vuelta, Imanol ha dejado en Donostia a su capitán, Illarramendi; a su principal jugón, David Silva; y a Carlos Fernández, con el que no ha querido arriesgar lo más mínimo a pesar de estar recuperado de su lesión. Es bastante evidente lo que le pasa por la cabeza a Imanol. Por eso, no es descartarle que haga rotaciones en el once inicial y que algunas de las llamadas principales referencias del equipo se queden de inicio en el banquillo. Monreal, Oyarzabal y Portu apuntan a descansar. Januzaj sí será titular, en el que será su regreso a la que fue su casa hace años. E Isak también, salvo que Imanol sorprenda con Bautista. Pequeños detalles que se convierten en mensaje y que reflejan que, si en la Real quieren soñar, lo van a hacer de forma moderada, no vaya a ser que el sueño acabe como en Turín en pesadilla.

Mayoral se ve en octavos

El Roma, amparado en el acierto del español Borja Mayoral y del bosnio Edin Dzeko, encarriló su pase a los octavos de final de la Liga Europa tras vencer en Portugal al Braga (0-2), en el encuentro de ida de los dieciseisavos. El balcánico abrió el marcador a los cinco minutos tras aprovechar un pase de Leonardo Spinazzola.

El atacante español aprovechó bien sus minutos. Empezó en el banquillo, igual que Gonzalo Villar que entró al inicio de la segunda parte por el brasileño Ibanez. Mayoral salto al campo después, en el 70, por Dzeko, Y un cuarto de hora después aprovechó el balón recibido por Jordan Veretour para batir al meta brasileño Matheus. El conjunto luso jugó desde el minuto 54 con diez jugadores por la expulsión de Ricardo Esgaio. El portero Pau López y Pedro Rodríguez salieron como titulares.

Aprobados y suspensos del Getafe: Equipo triste y sin convicicción

Soria: Regreso inesperado a la titularidad y buena actuación. Hizo dos buenas paradas a Modric y Benzema. Poco que hacer en los goles.

Damián: La velocidad de Vinicius y la cercanía de Marcelo le hicieron un partido complicado en el que tiró de veteranía. Aprobado por los pelos.

Cabaco: Salió muy bien al cruce en varias ocasiones al lado izquierdo. Errores en la salida de balón y alguno grave en las marcas de centros laterales.

Chakla: Correcto sin mucho más. Empezó bien con tranquilidad para sacar el balón y atención en las vigilancias. Se fue apagando como todos y se libró de la expulsión.

Olivera: Su regreso al once le dio profundidad al equipo en la banda izquierda, pero le costó soportar a Matvin.

Portillo: Salvo un par de buenos detalles no hizo un gran partido. El equipo no tuvo el balón y en esa circunstancia el malagueño no puede brillar.

Arambarri: Zidane plantó un centro del campo con superioridad numérica y el uruguayo fue le qie más lo sufrió. Muy discreto.

Maksimovic: De los mejores sin sobresaltos. Buen primer tiempo con mucho incordio sobre el contrario y escasa aportación ofensiva.

Cucurella: Su peor partido desde que llegó al Coliseum. Lento en la priemra llegada peligrosa del Getafe y pasivo en el primer gol del Madrid.

Cucho: Volvió al equipo meses después de su sanción y lesión y pudo aportar poco más que algunas buenas asociaciones cuando recibió entre líneas.

Ángel: Otra novedad del once que no pudo brillar. Ninguna ocasión de peligro. El trabajo no faltó, pero sin nada que aportar en ataque.

Mata: Apenas se le vio porque el balón no llegó a su zona.

Cubo: Apagadísimo en su regreso a casa. No entró en juego.

Aleñá: Nada que decir de sus minutos. Llegó el 1-0 pronto y solo corrió detrás del balón. No es su juego.

Timor: Vio pasar el balón sin poder hacer mucho más.

Ünal: Regresó después de mucho tiempo. Nada que decir. Habrá días mejores.

United: Haaland y Koundé se calientan, Sancho se enfría

No es tiempo de sonrisas en Dortmund. A pesar de contar con una plantilla cargada de talento, las piezas no conectan como en campañas anteriores y los Haaland, Sancho, Bellingham, Reyna y compañía viven una situación deportiva que añade interrogantes a la económica. Entrar en Champions y cobrar los 30 millones de euros que ello supone es crucial, porque en tiempos de pandemia, las arcas del Signal Iduna Park están cada vez más vacías. En la Bundesliga marchan sextos y aunque solo les separe un punto de los puestos de Liga de Campeones, la clasificación peligra y ello ha puesto en alerta a la directiva, que escuchará ofertas por algunas de sus estrellas.

En un principio, Sancho, Reyna y Guerreiro eran los nombres ofertados como rebajas. Ello indicaba que las alarmas de Old Trafford comenzarían a sonar, puesto que el extremo inglés fue el gran anhelo del pasado verano. Los 120 millones del pasado ahora se han convertido en 100. Sin embargo, en Mánchester crece un futbolista recién llegado desde Bérgamo. Amad Diallo, que comparte posición con Sancho, maravilló en su estreno con el filial (dos goles en la victoria por 3-6 ante el Liverpool) y Solskjaer se plantea darle la alternativa con los mayores este sábado contra el Everton (21:00 horas, DAZN). Con 18 años, hacerse con un futbolista como Sancho, con todo el futuro (20 años) por delante y el cartel de estrella ya sobre la espalda cortaría la progresión del ex de la Atalanta, fichado por unos 40 millones de euros, entre fijo y variables.

Al ataque con Haaland

De este modo, el United tendría dinero para gastar, el destinado en un principio para el extremo inglés. Y, aunque su nombre no aparezca entre los rebajados, el principal objetivo de cara al verano próximo también juega en Dortmund y no es otro que Erling Haaland (20 años). El ‘Daily Star’ desliza que el delantero noruego se ha convertido en prioridad número uno, toda vez que los flancos de ataque están más que cubiertos con Rashford, Greenwood, Diallo y potencialmente Martial, que dejaría su lugar de nueve para partir desde la banda, desde donde es mucho más peligroso. Y es que ese puesto en el centro de la vanguardia estaría reservado para el jugador que rivaliza con Mbappé como el anhelo del momento.

El noruego tiene un acuerdo por AS desvelado, que hace que su fichaje pierda complicación a partir de 2022, momento en el que el Real Madrid espera mover las fichas para hacerlo suyo. Sin embargo, son varios los equipos que tratan de adelantarse a los blancos. El Chelsea era el primero y ahora, según la información del citado medio, se une el United. La pelea se presume faraónica y la situación económica del Dortmund no ayudará a la hora de negociar, puesto que quien pregunte por el ariete sabrá de las urgencias económicas de los amarillos.

Koundé, siguiente paso

Además, el tabloide británico va más allá y apunta hacia la otra posición a reforzar por los Diablos Rojos, el centro de la defensa. No es ningún secreto que uno de los mayores debes de este renacido United es el acompañante de Maguire, puesto que Bailly o Lindelof no aportar las garantías necesarias para una temporada completa al máximo nivel. Así aparece el nombre de Jules Koundé. El sevillista se ha convertido, a sus 22 años, en uno de los centrales más prometedores del continente, sin obviar su brillante presente, y en Old Trafford estarían dispuestos a pagar los 70 millones que costaría sacarle del Sánchez Pizjuán. Ramos, en guerra de renovación con el Madrid; Alaba, siguiente pieza del ‘dominó Ramos’; y Upamecano, cuya cláusula de 42 millones a partir de junio le convierten en un caramelo, aparecen como los nombres restantes que compiten con Koundé un lugar en la lista de deseos mancuniana. Verano animado para un United al alza.

Un enero inhóspito, un febrero a la intemperie para la remontada

Derrota, victoria, derrota y derrota. Tal es la secuencia del mes de enero del Espanyol, eso sí, en caso de que solo se cuente LaLiga –con la Copa del Rey, se añadiría otra derrota, la sufrida ante Osasuna (0-2) en los octavos de final–. Las Palmas (1-0), Girona (1-0) y Rayo Vallecano (2-3) han descabalgado del liderato a un conjunto perico que sigue en ascenso directo gracias a su único triunfo, ante el Castellón (2-0). Es el segundo peor arranque de año en la era Cornellà. Y viene un febrero con curvas, pero con la obligación de remontar.

Solamente en 2016, con un bagaje desolador a las órdenes de Constantin Galca, cosechó el Espanyol un peor enero, con dos puntos sobre 15 y derrotas como el 6-0 frente al Real Madrid. Pero en Primera, claro. A los tres puntos actuales de 12 en juego los iguala, no obstante, el equipo de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, que en 2019 atravesaba su particular socavón de resultados, que le hizo temer por el descenso pero que enderezó hasta acceder a Europa. Incluso la pasada campaña, en el debut de Abelardo Fernández, los números acompañaron en el mes de enero, con cinco puntos sobre nueve, ninguna derrota y resultados meritorios como el 2-2 ante el Barcelona o el 1-2 en Vila-Real.

Febrero debe ser por fuerza mejor para un Espanyol al que no le queda otra que volver a ganar con asiduidad. Pero no será sencillo. Empezará por visitar, el próximo lunes, a un Lugo que ocupa la decimoprimera plaza pero que se encuentra a seis puntos de la promoción de ascenso, que anhela, y que se ha hecho extraordinariamente fuerte en el Anxo Carro.

Acto seguido, el domingo día 14, le espera el Mallorca, en el partido entre los que por ahora son primero y segundo clasificados. Recibe la semana siguiente al Sabadell, que pugna por salvarse. Y cierra el mes en El Molinón, contra el Sporting, ahora mismo sexto a ocho puntos de los pericos. Tres partidos de cuatro a domicilio. Pero ninguna excusa para optar al ascenso directo.