¿Qué pasa con Alexander González?

El caso de Alexander González resulta llamativo. Es el único jugador del Málaga, con ficha profesional, que ha sido convocado por su selección, Venezuela, para jugar partidos clasificatorios para el Mundial de Qatar. Loren Zúñiga, con la Sub-19 tiene ficha del filial. Pero no entra en los planes del técnico blanquiazul, Josñe Alberto.

Alexander participó 67minutos el pasado viernes en la derrota de la vinotinto contra la Argentina de Leo Messi por1-3. No jugo de lateral derecho defensivo sino como extremo más adelantado, una posición donde parece manejarse bastante bien y podría ser aprovechado en La Rosaleda si la ocasión lo reclamase. En el segundo partido, jugado este lunes con derrota frente a Perú por 1-0, no dispuso de minutos. El próximo viernes Venezuela se enfrentará con Paraguay para apurar las escasas opciones que le quedan para meterse en el Mundial.

Como es conocido el Málaga no cuenta con Alexander y ya le ha hecho saber cuál es su situación. Hay tres opciones. Rescindir el contrato vigente hasta 2021, tratar de incorporarse a cualquiera de los campeonatos donde el plazo de fichajes sigue abierto hasta finales de este mes (México o Estados Unidos) o… pelear con Víctor Gómez, Ismael Casas, Ale Benítez, Iván Calero y Bilal en el lateral diestro, o intentar ponérselo difícil a Paulino ene l extremo diestro.

El venezolano no ocupa plaza de extracomunitario porque, durante su etapa con el Huesca obtuvo la doble nacionalidad. Por ahí no hay problema. Además tiene dorsal, el 18 porque el club, a pesar de lo complicado que tendrá acceder a la titularidad, no le ha marginado.

A pesar de las circunstancias adversas que está viviendo es un jugador que tiene buen cartel. No podemos olvidar que hace unos años Roberto Rosales, en su etapa malaguista, era su suplente en la vinotinto. Alexander llegó al Málaga desde el mercado del paro para cubrir la ausencia, por lesión de larga duración, de Iván Calero y renovó hasta el mencionado 2022 en cumplimiento de una de las cláusulas de su contrato, jugar cinco partidos.

Escassi mete en la cabeza del Málaga el deseo de luchar por el playoff

EI Málaga vence y convence. El conjunto malaguista tuvo suficiente con un gol de cabeza de Escassi para superar a un Girona con muy poco fútbol y al que la dulce resaca de ganar al Espanyol no le sentó bien. Los rojiblancos se toparon con un muro en la segunda mitad y el sueño de luchar por el playoff se va a Málaga.

Pellicer, que dirigió a su equipo desde la grada por sanción, no apostó por salir con la defensa de tres centrales y sí con un 4-4-2, pero le costó arrancar. Es más, Mejías, una de las novedades visitantes, no tardó en darse cuenta de que no le esperaba un duelo sencillo porque, en el 2’, Sylla demostró ser más rápido y pillo que el central y lanzó un aviso. El problema, que la decisión final cuando estuvo dentro del área no fue la mejor y todo se quedó en casa. El susto sentó mejor al Málaga que al Girona y, a partir de entonces, los malaguistas se adueñaron de la posesión. A los gerundenses les costó encontrar entre líneas a Samu Saiz para tener mayor presencia en el área rival y, en defensa, no acabaron de cerrar bien a Cristian, Joaquín y Rahmani. Con el paso de los minutos, los visitantes olieron sangre y la recompensa al dominio llegó en el 33’. Fue a balón parado. Escassi ganó la posición a Bueno en un córner y, con un cabezazo cruzado, superó a Juan Carlos. El 0-1 fue un pullazo para el Girona y no quiso tardar en reaccionar. Es más, en el siguiente minuto pudo empatar, pero Dani Barrio emergió y desvió un buen tiro de Bárcenas.

En la primera mitad, el Girona no estuvo nada cómodo y le pasó factura no tener una circulación veloz y acertada del balón. Como sucedió en la jornada pasada ante el Espanyol, el conjunto gerundense lo fio todo a remontar. Pero esta vez salió cruz. Tuvo ocasiones para poder, como mínimo empatar, aunque faltó muchísimo acierto. Bárcenas y Monchu enviaron dos buenas ocasiones al limbo y al Málaga le bastó con sufrir y aguantar. Ni echó de menos que, en el 79’, Muñoz estrellara un balón en el larguero. El trabajo estaba hecho.