La repesca incendia Portugal

Corría el minuto 89 en Da Luz cuando llegó la estocada definitiva. Portugal se enfrentaba a Serbia para tratar de sellar su billete al Mundial. La selección grana consiguió abrir el marcador en el minuto 2, pero fue cediendo terreno y balón hasta este fatídico momento. Dusan Tadic, que ya había marcado el tanto del empate (uno que aún clasificaba a Portugal) puso un centro a pierna cambiada desde la esquina derecha del área. Dentro del rectángulo, hasta siete jugadores de campo defendían la meta de Rui Patricio. Visiblemente mal colocados, el centro del jugador del Ajax superó sus cabezas y viajó directo a la de Mitrovic, solo, y que aún tenía otro compañero igual de desmarcado a su izquierda. El del Fulham ‘martilleó’ a placer con la cabeza el servicio de su compañero para enmudecer Da Luz. Casi. A todos menos a un buen puñado de aficionados serbios que enloquecían en la zona visitante a los que no dudó en volver a ver tras el partido para celebrar con ellos la victoria mientras coreaban su nombre. En casa, Portugal sacaba el billete menos deseado, el de la repesca.

El conjunto entrenado por Fernando Santos conoció su destino a la fase de clasificación de manera dramática y después de un partido del que el seleccionador llegó a autoinculparse anticipándose como centro de las críticas y evitárselas a sus jugadores. «Los jugadores saben que jugamos siempre para ganar, pensando en el momento ofensivo, pero no siempre sale como queremos. Pero la responsabilidad es mía», aseguró en RTP añadiendo que cree que su equipo jugó con «recelo» y «ansiedad».

Ansiedad que dominó a Cristiano Ronaldo justo al término del partido. Santos, que atravesaba el césped de Da Luz con pitada y pañolada en las gradas, fue a buscar a su estrella. Este, según le vio, expresó su desacuerdo con alguna situación. Tras un breve intercambio de palabras, Santos puso camino al vestuario. Más tarde, explicó el motivo del enfado. «Cristiano decía que en Serbia había marcado un gol en el último minuto que había sido mal anulado. Es normal, estaba frustrado», aseguró.

Ese ‘no gol’ fue recordado por Cristiano y muchos más portugueses desde anoche. El pasado 27 de marzo, Portugal viajó a Serbia y volvió a tener una noche complicada. Diogo Jota abrió el marcado con un doblete poco después de la primera media hora, pero Mitrovic y Kostic pusieron el 2-2 que acabaría siendo definitivo. Para Portugal, el partido tuvo que acabar 2-3. En los instantes finales, un balón llovido llega al área de Dmitrovic. El meta, Pavlovic y Cristiano entraron a la disputa. Allí, el de Madeira fue el más listo colocando el pie para mandar el balón en dirección a la portería. Sin ser un remate duro, Stefan Mitrovic corrió para despejar en la línea. Para el árbitro, así fue, pero Cristiano echó de menos el pitido que anunciaba el gol y estalló recibiendo amarilla e incluso tirando el brazalate al verde antes de ir al vestuario. Anoche, ese mismo ‘no gol’ volvió a ser la causa del enfado y el que les privó, en parte, de no ir al Mundial.

Estas casualidades y las críticas por el mal juego no son el único problema de Fernando Santos. El cambio de Bernardo Silva este domingo le costó nuevas quejas. El del City, explicó, no salió por su capricho. «No soy tonto. Bernardo era el jugador que quería el balón. No iba a ser él el sustituido, pero hizo una señal al banquillo de que no podía más», se justificó ya vehemente.

Una semana ‘negra’ que le costó a Santos ver multitud de pañuelos blancos después de un inesperado empate a cero en Irlanda y esta derrota en casa ante Serbia. Portugal se levanta con titulares que hablan de ‘miseria’ y ‘desilusión’. El ambiente se complica para una repesca que será un puerto ‘Ors Categorie’ para el que Portugal tiene talento de sobra (Cristiano, Bruno Fernandes, João Félix, Bernardo Silva, Renato Sanches, Cancelo, etc) para superar, pero que no parece capaz de exprimir. Una generación ganadora está al filo.

João no se impone

El caso João Félix es otro punto de análisis para esta selección. Su joven más prometedor lleva tiempo sin encontrar su hueco en el equipo y Santos parece mostrar menos confianza en él con el avance de los compromisos.

Este sigue entrando en las listas de manera continuada, pero su participación varía según los encuentros. En toda la Eurocopa (grupos más octavos), el del Atlético apenas disputó 34 minutos ante Bélgica y, después de que su lesión le haya privado de entrar en parones anteriores, en esta ocasión Santos prefirió poner a otros por delante. En el 4-3-3, el seleccionador alterna a Cristiano entre el delantero y el punta y confía en el rojiblanco como revulsivo y como titular de salida para jugar como extremo. En tres partidos clave, no fue contra Luxemburgo, jugó apenas 15 minutos ante Irlanda y siete contra Serbia.

Unos antecedentes ‘de oro’

Unos cuantos jugadores de los que aún componen la lista de Portugal saben lo que supone clasificarse al Mundial por repesca. La selección vecina llegó a Brasil por el repechaje y lo hizo con una actuación memorable de Cristiano Ronaldo coronada con un posterior Balón de Oro.

Cuando el premio se entregaba en colaboración con la FIFA, esta decidió ampliar el periodo de votación del 15 al 29 de noviembre después de que Portugal jugara su repesca con Suecia. Según afirmaron con posterioridad, la amplicación no cambió el voto, pero Cristiano se ‘ganó’ de nuevo la confianza de sus electores.

Después de ganar por la mínima en casa (1-0), el Friends Arena vivió un duelo en la cumbre entre Ibrahimovic y Cristiano. Ambos intercambiaron goles, pero el de Madeira se llevó el duelo con un hat-trick que valió su clasificación para el Mundial. Una repesca de recuerdos de oro. Portugal volverá a esperar al mejor Cristiano para que este llegue a su quinto Mundial.

Lewandowski no basta

Suecia aguantó como primera del grupo de España a costa de condenar a Polonia a hacer el equipaje de vuelta a casa. Los suecos han cimentado su pase a octavos en dos pilares básicos del fútbol: un portero que pare mucho y falle poco y talento arriba (Forsberg sale a gol por partido). Además, la última media hora de Kulusevski (sus primeros minutos en el torneo tras superar el coronavirus) completan un ataque preparado para dar guerra ante cualquiera, porque Isak sigue de dulce aunque no vea puerta. Polonia se marcha de la Eurocopa con la certeza de que la idea de su nuevo entrenador está aún muy verde y con la sensación de que probablemente nunca madure. Sus opciones de clasificación llegaron con más heroica que fútbol y, sobre todo, con la calidad de Lewandowski, el mejor ‘nueve’ del planeta en estos momentos. No fue suficiente.

Suecia esquivó las especulaciones de inicio: sólo un minuto y medio tardó Forsberg en adelantar a los nórdicos. Se asoció con Isak, que completó otra gran actuación, y encontraron en Glik a un amigo polaco que ayudó al mediapunta del Leipzig a terminar solo ante Szczesny, al que batió con un buen zurdazo cruzado.

El tempranero tanto dejó grogui a Polonia, que hasta el minuto 10 apenas logró ni salir de su campo. Los suecos olieron la sangre y se lanzaron a la yugular para intentar zanjar el partido y el grupo, aunque los polacos resistieron bien en defensa. Poco a poco entraron en el encuentro y en el minuto 17 Lewandowski tuvo una oportunidad clamorosa que a estas horas debe seguir dando vueltas dentro de su cabeza: cabeceó dos veces consecutivas al larguero a la salida de un córner. Ahí se estiraron los de Sousa, aunque sin pisar demasiado el área antes del descanso. La ocasión más clara la desbarató Olsen, en un buen remate de Zielinski desde fuera del área.

En la reanudación, el partido se volvió loco. Suecia jugaba con red (clasificada desde antes del partido) y Polonia no tenía ya nada que perder. Se sucedieron las ocasiones (Zielinski se topó otra vez con el guardameta), hasta que la salida de Kulusevski mejoró a los de Andersson. El delantero de la Juventus realizó una gran cabalgada y asistió a Forsberg, que hizo un pase a la red. Cuando todo parecía decidido, Lewandowski puso emoción con un golazo sólo un minuto después y con otro en los minutos finales. Los polacos se quedaban a un gol del pase, pero el gol Claesson en el descuento terminó de desbaratar sus opciones.

Este resultado manda a Suecia a los octavos como primera y a Sousa al rincón de pensar, porque su idea de juego es difícilmente aplicable en el estilo de fútbol polaco.


Paulo Sousa: «Merecimos mucho más»

El seleccionador polaco, Paulo Sousa, aseguró que su equipo «mereció mucho más», tanto en esta Eurocopa como hoy, miércoles, en el partido ante Suecia (3-2). «Mi equipo mereció mucho más en los tres partidos. Nos faltó suerte en la Eurocopa. El primer objetivo era clasificarse para los octavos«, dijo en rueda de prensa. Sousa subrayó que su equipo «no puede conceder goles tontos», aunque no consideró que toda la culpa sea de los defensas. «No puede ser que el primer disparo sea gol. Hoy creamos muchas ocasiones. Olsen hizo grandes paradas», apuntó.

Reconoció que él y los jugadores están «decepcionados», ya que trabajaron «muy duro» durante las últimas semanas. «Suecia merece ser el primero del grupo, pero hoy fuimos mejores que ellos. Les creamos más problemas que en todos los partidos que jugaron este año«, señaló el portugués, que asumió el cargo a principios de 2021.

Recordó que las lesiones de dos de sus delanteros, Milic y Piatek, impidieron a su equipo alcanzar su auténtico nivel en el torneo. Sousa se mostró dispuesto a seguir al frente de Polonia durante la fase de clasificación mundialista, aunque matizó que el actual presidente de la federación polaca, Zbigniew Boniek, dejará el cargo. «Espero al nuevo presidente. Le he dicho a los jugadores en los vestuarios que ha sido un honor» ser seleccionador polaco, aseveró.-EFE